D. Julian nos dejo a la entrada del colegio. Escuelas Pías de San Fernando. En Donoso Cortes, 80.
Al atravesar la puerta de hierro, me di cuenta. Mire la acacia que había a mano derecha. Hacia arriba, hacia el verde de sus hojas que brillaban al sol. De esa manera.
Ahora todo cambiara. Porque ya soy un hombre. Me dije.
Entre a clase. Don Fernando, nos dijo que hicieramos una redacción. No recuerdo sobre qué era. Sí recuerdo a d. Fernando. Gafas que hacían sus ojos más grandes. Cara redonda. Algo de pelo gris en las sienes. Corbata siempre negra. Guardapolvos siempre gris. Recuerdo tambien su cartera. De las que se ataban con una correa de cuero. Me caía bien porque al desabrocharla, era como nosotros.
Porque ya soy un hombre voy a hacer la mejor redacción del mundo. Me puse a escribir. Como si a mi mano la llevara un ángel. Sí, me dije. Esta es la mejor redacción del mundo. La terminé el primero. La entregué el primero.
Don Fernando sobre la tarima de madera. La leyo para sí, sentado en su silla. Entonces desde arriba me miro a los ojos. Me dijo:No la has hecho tú. Te la ha hecho tu hermano.
La ha hecho ahora mismo, se lo juro don Fernando.
LLore. Deje de ser un hombre. Todo cambió.
Le pongo un título
Hace 15 años
1 comentario:
hermoso... el corazón de un niño nunca olvida.. lo bueno... lo malo.. lo engorroso.. lo divertido... es así lienzo noble que acepta todo lo que venga del mundo....
=) te quiero mucho... grax por tomarme siempre en cuenta.. besos!
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