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RADIO PACHETA

martes, 31 de marzo de 2009

BALANCE XIX: CUANDO TERMINÉ DE COMER.

Ayudé a mi mujer a recoger la mesa y a fregar lo que no se podía meter en el lavavajillas. Yo fregaba y ella barría la cocina.

Me lleve el café al salón y encendí la televisión. Me senté en el sofá y joder; así me olvido.

Kirk Douglas y Burt Lancaster. De puta madre. Encendí un cigarrillo y la tele se apagó. Volví a encenderla. El puto cable de la antena. Me levanté. Puse bien el cable. Me senté.

Cuando Kirk, salta sobre el caballo, pensé en la patada que recibió el madriles en pleno pecho de la mula del cuartel, por hacer lo mismo. Volví a verle con la cara desencajada y blanca de dolor. Me reí.

Justo entonces volvió a apagarse la tele. La moví tirando del cable. Mi hio mayor, le dijo a mi mujer que Paco se ha enfadado con el televisor. Me cabreé aún mas. Esta puta televisión. Casi la rompo. Pero me entraron ganas de cagar y fui al baño mientras gritaba: me cago en la puta madre que pario al mundo. Me voy de esta puta casa. A tomar por culo. Mi mujer, desencajada, abrió la puerta del baño. Me gritaba: si te vas, no vuelvas, ¿Me oyes? No vuelvas. Cerró de un portazo la puerta del baño.



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Cuando me subí al coche, pensé: voy a comprar una tele. Llegué a los grandes almacenes y me dije: ¡Que le dén por culo! Y me dirigí al puticlub más grande que conozco. Acababan de abrir.

Me acodé en la barra. Pedí una cerveza. Me entró una tía buenísima. Alta. Pelo negro. Tetas generosas. El comienzo de su tobillo era cadena de oro. Y un dibujo azúl en forma de llama. Preciosa. Toda ella preciosa. Pero la mandé a tomar por culo ¡ Que se joda!. No se puede estar tán buena. Me bebí la botella de un trago. Pedí otra.



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Alguien me tocó el culo por detrás. Me dijo: invítame a una copa. Me gustó su manera de presentarse. Me gustó su cara. Su pelo teñido de rubio, su cuerpo menudo y de grandes caderas, no me gusto. Sus tetas eran pequeñas. Pero su mirada era de deseo. De verdadero deseo hacia mí. Así que la pedí precio. Se tomo su copa. Yo mi tercera cerveza de otro trago. Me dijo: sígueme. Y subimos.



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Y arriba, comienzan a salir tías de las habitaciones. Recién duchadas. Recién maquilladas. Guapísimas. Creyendose que están buenas y lo están. Una me mira y me dice:¡ qué pronto para follar!. A lo mejor, despues si te veo, te follo, respondo.

Raquél, me dijo que se llamaba, me coge del brazo y me lleva a un mostrador. Entrego mi visa.Firmo. Le dan unas sábanas y me dice aleteando con sus ojos, con sus pestañas: vamos. Digo vamos y subimos a un ascensor.



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Pasillo a derecha e izquierda. Lleno de puertas.

Una mujer de bata blanca y carrito de limpieza abre una puerta. La puta, mi puta, pregunta: mami, ¿ cuál está libre?. Espera, dice pensando, creo que la 22.

Paso de describir la habitación. Extiende la sábana sobre las dos camas juntas. Se desnuda. Se lava. Me desnudo y la digo que me duché antes de salir. Bueno, mi amor, pero yo te lavo para verlo. Y me lava mi polla en el bidet.



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¿Pedimos una copita?, me dice. Vale, tú qué quieres. Guiski. Yo otro, con coca. Coge el teléfono, junto a la cama, sobre la mesita. Llama y pide. Me mira y me besa, metiendo su lengua.

¿Para qué? la digo, vosotras no besais en la boca, sin conocer. Y me responde: pero tú eres especial. ¿Una rayita? Bueno, vale, contesto, mientras me lío un cigarrillo de marihuana. Nos echamos la droga y llaman a la puerta. A traernos la otra droga legalizada.

La digo, después de firmar que la voy a comer el coño. Que no la quiero follar.

Bueeeno, pero antes, otra rayita ¿quieres?. Yo también: Bueeeno.

Nos la echamos y después se tumba en la cama, con las piernas abiertas.



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La beso primero todo el cuerpo. Succiono sus pezones. Meto mi lengua en su ombligo. Luego cojo sus pies y meto mi lengua entre sus dedos. Miro su cara. Es verdadero placer. Después subo desde sus pies llenando de saliva todas sus piernas. Hasta su coño. Que lo abro y allí arriba distingo su clítoris. Ahí meto mi lengua y muy despacito, se lo acaricio con ella, mi lengua. Voy después haciéndolo más deprisa y todo su cuerpo se descompone unay otra vez, porque no quiero dejarlo. Así suavemente, pero con decisión. Hasta que me dice: ¡Para ya! ¡Para!.
Finalizo y me coloco junto a ella. Bebemos y ¿otra rayita? Yo digo:No, ya no más. Estoy perfecto. Prefiero un canutito. Que me lío. Y me lo fumo. Ella va a mear y luego esnifa otra rayita.
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Se me ocurre:¿ Quién era la que vino a mí primero? Me lo dice. Y la digo: dí que suba ella también. Bueno, pero antes tengo que vestirme para bajar. Vale, aquí te espero. Pídeme otra copa y me la subes. Sí, cariño.


Vuelve. Con la otra, con mi copa. Con sus dos copas.


La otra se desnuda. Va al baño. Se lava, mientras la miro. ¡Joder, qué cuerpo, Dios mío!.


Bueno, ya se sabe.¡La juventd!. ¡La belleza!. Lo incomparable de la belleza, unida a la juventud.Lo grito.Se lo grito a ellas. Aunque Raquel es más fea y bajita. Pero tiene algo. No sé qué.Otra cosa. Y ya no es tán joven. Entonces, pienso y lo digo, se lo digo a ellas:


Me gustaría volver a tener 22 años y saber lo que sé ahora. Quizá, mi destino.Mi vida, habrí cambiado. Todo habría cambiado. Bueno, chuparos los coños. Quiero miraros y luego me digáis quien os lo chupa mejor; si vosotras o yo.Se rien, mirádome. Y otra copita, mi amor. Me pide Raquel. Vale, la digo. Y llaman a la puerta y es una limpiadora que trae otro papel para firmar y la digo:¡quédate un momento!. Y salgo al pasillo para ver quién hay. Y son un montón de tios y tías que andan a un lado y a otro del pasillo y la puta Raqel, me coge del brazo y me mete dentro. No salgas, dice con un mohín divino.A ver qué te parece, ¡quien la chupa mejor!, si ellas o yo. Y la limpiadora pone una excusa y -Raquel ¡qué experiencia! no te preocupes, esta algo borracho. Vale, dice la otra. Pero no quiero separarme de la limpiadora y la digo que a ella me la quiero follar. Son sus ojos. Es su mirada lo que me quiero follar. Se enfada. Raquel, desnuda, la puta la agarra por el hombro y habla con ella mientras salen fuera y yo veo a la otra tumbada en la cama y es hermosa. Me tumbo junto a ella y joder qué pedazo de tetas. Llena de venas. Pezones como ceniceros y en el centro esas montañitas. Así que se los chupo, encendido y...pero no quiero follar. Creo que tengo el pene flácido. Pero me dirijo a su coño y se lo como con ganas, con ansia, como si yo fuera mujer me gustaría.


Su barriguita se llena de musculos, cuando llega al orgasmo.¡Qué hermoso abdomen joven!. Es increíble. Su cabeza se ladea a un lado y a otro. Yo disfruto viendolo todo y no quiero parar. Hasta que se separa de mi boca, de mi lengua, meando sobre mi boca, sobre mi lengua y riendose dice:¡ya no puedo más,me corrí entera!. La miro y yo me rio y la acompaño en su risa riéndonos.


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La otra putaRaquel, ahora se tumba a su lado. Trae una toalla y me seca la cara y me dice: Ahora me toca a mí. Vale, pero si la besas, mientras te lo hago y os tocáis y os besáis. Sus caras, se miran riendose. Se lo hago.


Y otra copa. Cuando la limpiadora de antes, vuelve a traer otro papelito. Que firmo. Sin mirar. Raquel, mientras, echa a la tía buenísima, con la que disfrute de cojones.,¡Y VES, COMO SON LAS MUJERES!. Cuando me quedo a solas con ella, me dice que es su amiga, pero que se ha operado las tetas y yo la digo:una mierda. Y otra rayita. Y se pone dura y me la follo, sin correrme yo. Sí siento sus contracciones vaginales en mi poya. Se ha corrido. Y otra rayita. Y otra copa. Y otro canuto. Entonces, la pregunto, apoyados los dossobre el cabecero de la cama: ¿qué hora es? Y me dice: las seis y media. Y me asusto. Y me dice:quédate, por favor. Ya no hay nadie ahí fuera.


Pero me tengo que ir a llevar a los chicos al colegio.


Y mientras voy por la carretera de la Coruña a mi casa, siento que me voy muriendo del cansancio. Abro la ventanilla del coche. Me despejo. Llego a casa. El silencio me deprime y no pongo el despertador, porque sé que no puedo llevar a los chicos al colegio.


Y ME MUERO DURMIÉNDOME.


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